domingo, 12 de febrero de 2012

EL CAPO, DEFENSAS

EL CAPO

El capó, es la cubierta con bisagras que cubre el motor de un automóvil y permite el acceso al compartimento del motor para realizar mantenimiento y reparaciones. En vehículos de pasajeros es común que el capó se mantenga enganchado con un seguro oculto.

MATERIAL

Los dos materiales más usados para la fabricación de capós son el acero y el aluminio, presentándose también esta dualidad en el caso de los capós con tecnología multicono, pues, aunque este concepto surgió inicialmente para los capós de aluminio, ha sido adoptado por los fabricados en acero.
Las principales propiedades de un material que hay que tener en cuenta a la hora de valorar su rigidez y su resistencia frente a impactos son su espesor y su límite elástico.
En el caso del empleo de aluminio, para una rigidez equivalente a la del acero han de utilizarse espesores 1,44 veces superiores, aunque, debido a su menor densidad, se obtiene un ahorro de peso próximo al 50%.
Las potentes herramientas de simulación empleadas actualmente permiten optimizar el diseño de los capós desde los diferentes puntos de vista, independientemente de que sea el acero o el aluminio el material seleccionado

La apertura normalmente se realiza desde la parrilla hacia el coche:


                                                           

Aunque es el metodo más extendido es muy peligroso ya que si por cualquier razon se abre el capó en marcha, se abriria bruscamente llegando a producir iomportantes daños y impedir la visibilidad del conductor. De ahi la forma de media luna de la parte trasera, ya que si se elevara permitira una leve rendija de visión para salir del paso.

Algún vehiculo como los Reanutl ClioI, R11, etc tenian la apertura al reves:


                                                        

 Lo que es más seguro pero no permite una buena accesibilidad a la hora de trabajar sobre el motor. Actualmente los problemas de seguridad se solucionan acoplando un serie de doble amortiguador (BMW).

Precisamente para evitar todo esto en vehículos de competición se  a adoptado un sistema de pernos exteriores que evita en caso de impacto que en el capó se produzca el "efecto vela".


                                                


Diseño del armazón interior

El diseño tradicional de los capós presenta  un panel exterior reforzado por un esqueleto metálico interior. Esta estructura está pensada para controlar el plegado del capó y evitar su intrusión en el habitáculo ante un impacto frontal; pero da lugar a zonas muy resistentes y con una capacidad de absorción de impactos muy limitada. Por este motivo, se ha desarrollado una nueva estructura para los capós, capaz de absorber los impactos y minimizar los daños a la cabeza en el caso de atropellos. Se denomina multicono, y se define por un panel continuo al que, mediante estampación, se le ha dotado de una configuración única, consistente en múltiples cráteres en forma de tronco de cono.

Esta estructura y el empleo de un adhesivo elástico intercalado entre estos conos y el panel exterior consigue absorber un impacto de forma efectiva a lo largo de  toda la superficie del capó.
La capacidad de absorción puede ser ajustada actuando sobre la geometría de los conos (diámetros superior e inferior, altura del cono), distancia entre conos y tipo y cantidad del adhesivo empleado.
Además, este nuevo concepto ofrece una ventaja añadida, y es que se obtiene una mejora en la rigidez, que permite emplear chapa de menor espesor y así obtener capós más ligeros





En algunos casos la toma de admisisón del motor se coloca en el capó. Esta toma de aire puede ser funcional o un mero adorno,y puede empeorar o mejorar la aerodinámica del vehículo. Las tomas funcionales en algunos casos provocan problemas de entrada de agua en el compartimento del motor.


 

SEGURIDAD

Nuevo concepto en diseño de capós
Cuando la cabeza impacta sobre el capó, provoca una deformación en él que se inicia en el primer punto de contacto y se desplaza, en forma de ondas circulares, hacia el exterior.
La capacidad de amortiguación del capó y, por lo tanto, su nivel de protección, está relacionada con su rigidez. La rigidez depende de factores como el diseño del panel exterior y de su armazón interior, del material, del espesor de la chapa y del empleo de adhesivos.

Capós activos
Determinados modelos de vehículos están comenzando a montar capós activos, dotados de un sistema de seguridad, diseñado para elevar el capó a una determinada altura, amortiguando el impacto entre el peatón y el vehículo. El sistema está constituido por un sensor de impactos para peatones, montado sobre la traviesa del paragolpes, consistente en un anillo de fibra óptica, y dos decelerómetros situados por detrás del paragolpes (uno a cada lado). En caso de colisión, estos elementos envían la información al módulo de control y, si éste interpreta que se trata de un peatón y que el vehículo está dentro de la gama de velocidades predeterminada, dispara dos pirotécnicos, que liberan los pestillos de las cerraduras y, a continuación, las dos unidades airbags situadas a cada lado del capó.

Estos desarrollos también tendrán su incidencia en el taller reparador. En líneas generales, se trata de capós totalmente cerrados, con lo que cualquier pequeña deformación habrá que repararla con martillo de inercia, trabajando desde el exterior. En el caso de capós de aluminio, se precisará un equipo específico para la soldadura de clavos.
Si se trata de un capó activo, hay que tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, en lo concerniente a la  manipulación de los diferentes elementos y a sus posibilidades de reutilización


EL PARAGOLPES




Los paragolpes, conocidos también con el nombre de parachoques, son unas robustas piezas colocadas tanto en la parte delantera como en la trasera de la carrocería, que tienen por finalidad entrar en contacto con otro posible vehículo y otro tipo de obstáculo, en caso de colisión, antes que cualquier otra parte de la carrocería. 

Tiene el objetivo de amortiguar y proteger al vehículo en caso de colisión, absorbiendo la energía cinética y empujándola en forma de rebote hacia el centro del choque, consiguiendo así una reducción de daños, pero no de impacto
Para conseguir este objetivo ha de tratarse de piezas muy robustas que han de estar colocadas como una traviesa de la estructura y unidas a la parte más sólida de los largueros. 
De acuerdo con el material de que están construidos existen en la actualidad dos tipos de paragolpes:

Los tradicionales, fabricados con gruesa chapa de acero, sometidos a un cromado posterior (apenas se utilizan hoy en día).

Los de plástico de gran dureza, que son más amplios y se integran a la forma aerodinámica de la carrocería.

Los paragolpes de plástico ofrecen grandes ventajas con respecto a los cromados o de acero inoxidable. Pueden ser mucho más envolventes y tienen, a pesar de su mayor superficie, un sensible menor peso.

Pero su cualidad importante es su absorción y amortiguación del impacto ya que pueden aguantar golpes de cierta importancia sin romperse, gracias a sus cualidades de flexibilidad además de que jamás pueden ser víctimas de la corrosión.
Actualmente en ellos se alojan numerosos sensores y cámaras lo que les hace una pieza muy sensible aunque su cometido sea otro.

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